sábado, 26 de abril de 2008

EXPRESIÓN Y APRECIACIÓN ARTISTICA



LA EXPRESIÓN ARTÍSTICA A TRAVÉS DEL DIBUJO




El arte es considerado como una actividad plenamente humana, como una manifestación cultural en la que los hombres expresan y comunican a través de distintos medios y formas su riqueza interior, es un espacio en el que la sensibilidad es el elemento imprescindible para el encuentro consigo mismo y con los demás.En el ámbito educativo estas ideas cobran vida en la llamada "Educación Artística", pilar en la formación integral del alumno y en la que se conjugan elementos como lo emocional, lo afectivo, lo sensorial y lo intelectual; todos ellos intervienen en el desarrollo de distintas capacidades entre las que destaca la creatividad. Ésta a su vez se manifiesta a través de distintas actividades, una de ellas y de gran relevancia en el presente trabajo, es el dibujo: la representación gráfica a la que todos en algún momento de nuestra vida (en particular durante la infancia) recurrimos y que formó parte de nuestro ser y hacer.
El dibujo resulta ser uno de los recursos más empleados por los niños para expresarse; a través de él plasman lo mismo sus fantasías que sus miedos, la forma en que perciben el mundo y a sí mismos dentro de él; es una forma en la que no es necesario profundizar en lo que se quiere decir, a menos que exista un adulto a quién le interese lo realizado por el niño y decida interrogar a éste para conocer o profundizar en el significado. Este último puede tener connotaciones distintas, ello depende de las condiciones o el contexto en el que se realice el dibujo así como de la situación personal de quién lo hace.En el Taller con los niños el dibujo en computadora y fuera de ella, ha sido una de las actividades más promovida y rica en sí misma, no sólo por las creaciones artísticas que de ella se han obtenido, sino también, por la información que nos han proporcionado de sus autores.


El dibujo infantil
La ejecución de los dibujos realizados por los niños depende de múltiples influencias, algunas de ellas son necesarias para su evolución, pero otras pueden perjudicarlo.
Entre estas influencias destaca las condiciones que rodean la creación de los dibujos. Ésta puede provenir directamente del niño, él es quien toma la iniciativa para dibujar y quien decide qué y cómo lo va a hacer. Su intención es "comunicar" algo aunque no sea consciente de ello, a través de su dibujo puede decirnos si está triste o alegre, a veces nos dará alguna indicación verbal con respecto a lo que está haciendo ("estos son los ojos de la nube"), lo que nos lleva a pensar que el dibujo representa un medio a través del cual dialoga consigo mismo, con su mundo interior.Por otra parte, sus producciones también pueden ser el resultado de una petición externa, alguien, un adulto o un profesor, pide al niño dibujar e incluso puede especificar el tema a desarrollar y proporcionar cierto tipo de material para ello. Aquí la intención no proviene del niño, sino más bien del sujeto que pide la realización del dibujo; la actividad gráfica en este caso, está orientada hacia la obtención de un resultado, por ejemplo "calificar" un hecho en concreto como lo sería la capacidad que tiene el niño para representar los objetos.
Si bien en ambos casos es factible que el niño trace sus figuras libre y espontáneamente, también es cierto que esto puede ser reemplazado por la copia de modelos o formas consideradas como fiel representación de los objetos. Aquí, como en la escritura, no hay una libertad para que el niño dibuje lo que quiera y exprese la representación de las cosas como las ve.
Esa libertad y expresión creativa que le pertenecen al niño en sus inicios dentro de la actividad gráfica, se ven coartadas cuando tiene que ajustarse a ciertas formas, a lo que le han enseñado que "así se debe hacer". Incluso la misma actividad de la copia de modelos se ve frustrada cuando el niño confronta su producción con el original, pues se da cuenta que no son del todos iguales.




LA EXPRESIÓN MUSICAL




Si retrocedemos en el tiempo, las actividades musicales en las primeras etapas educativas se reducían a la enseñanza – aprendizaje de algunas canciones infantiles y a la audición de obras de música clásica mientras los alumnos realizaban trabajos o ejercicios de otras materias, pero en la actualidad el tratamiento de la expresión musical en las etapas de Educación Infantil requiere mayor atención por su importancia en la formación integral del alumno.
La música forma parte del Periodo de Adaptación en la Educación Infantil, asimismo en el desarrollo de cada una de las actividades significativas en el quehacer diario, en la ejecución de diferentes programas.
Educar es socializar y para vivir en sociedad hay que comunicarse, por lo tanto la socialización y la comunicación son metas imprescindibles en esta etapa educativa. La asamblea que realizamos al comienzo de cada jornada escolar nos sirve para establecer lazos de unión con los compañeros de clase, motivar, despertar el interés, activar los conocimientos y experiencias previos, introducir aquellos aprendizajes que nos permitirán desarrollar posteriores actividades cooperativas... La expresión musical siempre está presente en nuestro trabajo diario.
El sonido y el silencio son compañeros inseparables de nuestra realidad diaria. La voz de los padres, los abuelos, las personas más próximas, los sonidos producidos en la casa, la escuela, los ritmos constantes de la calle que entran por la ventanas de clase, la televisión... forman nuestro entorno sonoro y así lo apreciamos.


A través de las manifestaciones sonoras los niños van desarrollando las actitudes básicas para la escucha y las capacidades de observación, reconocimiento, comparación y diferenciación de los sonidos. En clase favorecemos el contacto con las distintas experiencias sonoras que nos ofrece el mundo que nos rodea, y facilitamos situaciones idóneas para interiorizar los diferentes sonidos y ritmos que se producen en el propio cuerpo o por medio de él.
La actividad musical en cada actividad es siempre muy agradable y gratificante, debemos atenderla como un juego continuo, a partir de contextos significativos en el que los alumnos van observando, descubriendo, manipulando y experimentando los elementos musicales en sus diferentes manifestaciones. Ellos sienten la necesidad de expresarse por medio de la voz, el movimiento y todo tipo de objetos sonoros e instrumentos musicales que hay a su alcance. La experiencia lúdica es un marco adecuado para que empiecen a utilizar los recursos expresivos sonoros en diferentes situaciones; de esta forma los irán seleccionando, ajustando, estructurando y coordinando mejor.
Con la interiorización y vivenciación del ritmo, desarrollamos los restantes elementos musicales. Igualmente facilitamos contextos de actividad que impliquen la representación e interpretación sonoras, con la utilización de soportes expresivos, como la voz, el propio cuerpo, el gesto o determinados trazos gráficos. Participan de forma individual y colectiva, en producciones sonoras y musicales tradicionales, principalmente en canciones, juegos rítmicos y danzas infantiles propias de nuestra comunidad.
La canción es una de las formas más vivas, fáciles y espontáneas de prácticar la música. Desde los más elementales tarareos infantiles hasta las más elaboradas formas ofrecen al niño un sinfín de posibilidades de expresión musical.


Las canciones establecen una corriente afectiva entre el niño y el adulto. Cuando se les enseña canciones se debe cuidar que la tonalidad se adapte a su edad, tener en cuenta las diferentes frases para fragmentarlas correctamente, explicar el texto, el argumento y el vocabulario, mantener una buena pulsación con las manos durante toda la canción, los niños están bien sentados y relajados...
Por ejemplo los días de lluvia siempre quieren cantar “Que llueva, que llueva”. Para interpretar esta canción intensificamos la lluvia percutiendo sobre la palma de la mano, con uno, dos, tres, cuatro o cinco dedos, reducimos la fuerza de la lluvia hasta que las gotas caen muy despacio y deja de llover, dibujamos objetos relacionados con la canción, caminamos al tiempo que cantamos la canción y cuando decimos: “que sí, que no...” nos agachamos y levantamos, jugamos con una cuerda en tiempo lento, al corro acompañándonos de pisadas fuertes, rápidas, suaves, lentas, tocamos instrumentos de percusión marcando el pulso, golpeamos más o menos rápido el pandero, según la intensidad de la lluvia...
La música hace posible la formación de una personalidad armónica, estimulando todas las capacidades de la persona y por ello debemos ser conscientes de la importancia de la música en la formación integral del individuo y trabajarla desde las primeras etapas del sistema educativo
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